martes, 22 de diciembre de 2009

LA PUBERTAD

El comienzo de la pubertad está asociado con cambios drásticos en la estatura y en los rasgos físicos.
En este momento, la actividad de la hipófisis supone un incremento en la secreción de determinadas hormonas con un efecto fisiológico general.
La hormona del crecimiento produce una aceleración del crecimiento que lleva al cuerpo hasta casi su altura y peso adulto en unos dos años.
La madurez sexual en las mujeres viene marcada por el comienzo de la menstruación y en los varones por la producción de semen. Las principales hormonas que dirigen estos cambios son los andrógenos masculinos y los estrógenos femeninos. Estas sustancias están también asociadas con la aparición de las características sexuales secundarias. En los varones aparece el vello facial, corporal y púbico, y la voz se hace más profunda. En las mujeres aparece el vello corporal y púbico, los senos aumentan y las caderas se ensanchan. Estos cambios físicos pueden estar relacionados con las modificaciones psicológicas; de hecho, algunos estudios sugieren que los individuos que maduran antes están mejor adaptados que sus contemporáneos que maduran más tarde.
Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente.
El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.

Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición del instinto sexual. En esta etapa su satisfacción es complicada, debido tanto a los numerosos tabúes sociales, como a la ausencia de los conocimientos adecuados acerca de la sexualidad. Sin embargo, a partir de la década de 1960, la actividad sexual entre los adolescentes se ha incrementado.
Bibliografía:
El Libro de la Vida sexual de López Ibor.
La salud del niño. Salvat

LA IDENTIDAD DEL GENERO

Cuando llegas a la adolescencia hemos pasado por todo un largo proceso de socialización que te hace hombre o mujer.
En este proceso se transmiten y se enseñan distintas formas de comportarse, pensar y sentir para los hombres y para las mujeres, que son diferentes y opuestas, y que son asignadas a partir del sexo biológico de cada una de las personas.
Para ello, la sociedad utiliza diversos caminos como la familia, la escuela, la religión, los medios de comunicación social, entre otros.
Por medio de estas instituciones, se crea entonces un ideal de masculinidad y feminidad.
Entiendo que debido a este proceso de socialización, las personas adquieren su identidad de género.
Esta identidad se refiere a la forma en como las personas incorporan lo que significa ser hombre o ser mujer (según los mandatos culturales) y se comportan a partir de estas características socialmente esperadas.
La construcción de la identidad de género, comienza con el nacimiento y dura toda la vida.
Así, en la adolescencia, las experiencias y cambios vividos impactan también en la identidad de género y sus posibles re-construcciones. Los géneros se construyen como excluyentes, o sea que ser hombre es no ser mujer; y ser mujer es no ser hombre. Esto quiere decir que no se aceptan como propias las características o actividades que se cree que son del otro sexo, lo cual limita nuestra forma de ser y lo que queremos hacer.
Lo femenino y lo masculino son categorías definidas socialmente, por lo que pueden ser revisadas y modificadas. Por ejemplo, los papeles y funciones que tenían los hombres y las mujeres en tiempos de nuestros abuelos, o de nuestros padres y madres son muy distintos a los que se ocupan en tiempos actuales. Sin embargo, todavía se viven desigualdades y discriminaciones que pueden ser superadas.